Para los habitantes locales, Island Wine es un tesoro oculto en las playas de Port Aransas.
El bar de vinos opera de una manera similar a las cafeterías, pero con un giro: Usted puede entrar, tomarse una copa de vino, escuchar música, convivir con sus amigos o leer en un ambiente tranquilo.
Pero bajo el nuevo plan de reapertura del estado, este es un lugar que debe permanecer cerrado.
Algo que la dueña, Lara White, dice no puede hacer por más tiempo.
"No poder reabrir nos está acumulando facturas que tienen que ser pagadas cada mes, de una manera u otra”, dijo. "Las personas vienen a la ciudad, van a los restaurantes, a las cafeterías, y van de compras."
Pero aunque Island Wine parece una cafetería, el 51 por ciento de sus ventas vienen de bebidas alcohólicas, y por eso es catalogado como un bar bajo las leyes estatales.
White dice que aplicó para un préstamo PPP para seguir pagándole a sus empleados, pero el dinero no es de mucho uso cuando el bar está cerrado.
"Una de mis empleadas trabaja tiempo completo en un restaurante, entonces no se si va a regresar, otra empleada está recibiendo $600 de beneficios de desempleo a la semana”, dijo. “Y no se si ella va a regresar".
Teniendo siete mesas, varias áreas para sentarse dentro y fuera del bar, la dueña dice que sería fácil practicar el distanciamiento social.
"No somos una discoteca, no es un bar típico, no ofrecemos alcohol fuerte, solo vino y cerveza", dijo White. "Esperemos que el gobernador vea que hay lugares que son considerados bares pero que no causan peligro cuando se trata del coronavirus."
Al momento, White lleva meses atrasada en su renta.
Ella espera que el gobernador anuncie un plan para reabrir los bares antes del fin de semana de Memorial Day.
"Conseguimos todo nuestro negocio, básicamente en la primavera y en el verano", dijo.