CORPUS CHRISTI, Texas — La posible imposición de un arancel del 25% propuesto por el presidente Donald Trump está generando ansiedad entre los residentes de las comunidades locales, muchos de los cuales se sienten frustrados e inseguros acerca de su futuro.
Se espera que estos aranceles aumenten los precios de bienes y servicios, lo que podría agravar aún más los presupuestos familiares.
Para Juan Castillo, la última vez que fue al supermercado fue una experiencia algo dolorosa.
Dice que su esposa le sugirió que dejaran de comprar huevos y se limitaran a solo los productos más esenciales debido a los precios altísimos.
"Con Donald Trump en el cargo, siento que los precios van a seguir subiendo", comentó Castillo, reflexionando sobre el impacto de los costos elevados en su familia.
"La gente apenas está sobreviviendo", dijo Castillo. "La vida está muy cara, y cuando tienes hijos, es aún más difícil. Es duro y me da tristeza."No solo es Juan.
En toda la comunidad, los aranceles propuestos están dejando a muchos residentes con un sentimiento de miedo ante una posible mayor presión económica.
El economista Ahmed Kamara ofrece una visión más amplia de las consecuencias económicas.
Según Kamara, los aranceles no solo podrían incrementar los precios internamente, sino que podrían provocar represalias por parte de otros países, lo que generaría un ciclo de aranceles crecientes que afectaría tanto a importadores como a exportadores, creando un mercado volátil donde los precios subirían drásticamente.
"Cuando el presidente impone estos aranceles, hay un efecto en cadena", explicó Kamara. "Otros países podrían responder con sus propios aranceles, lo que podría hacer que los precios suban en los EE. UU. y afecte a todos, especialmente a los consumidores."
Natalia Zavala es una de las muchas residentes preocupadas por los efectos a largo plazo de los aranceles.
Le preocupa que, aunque los precios sigan subiendo, los salarios no se ajusten de acuerdo, lo que hará que muchas familias tengan aún más dificultades para cubrir necesidades básicas como la comida y el combustible.
"Todo está subiendo, pero los sueldos siguen igual", comentó Zavala. "La gasolina también sube. ¿Cómo vamos a pagar la comida o las cosas necesarias?"Zavala también expresó su preocupación por las implicaciones económicas más amplias, particularmente sobre la creciente tendencia de las personas a optar por comida rápida en lugar de cocinar en casa, lo que considera una señal de lo difícil que es sobrevivir en la economía actual.
"Es triste porque a veces es más barato comer comida rápida que cocinar en casa", agregó. "Es frustrante, y todos estamos preocupados por lo que nos depara el futuro."
A pesar de la creciente ansiedad, muchos residentes, como Zavala, siguen con la esperanza de que los aranceles sean algo temporal y que la situación se estabilice con el tiempo.
Mientras tanto, los residentes siguen enfrentando los desafíos cotidianos, ajustando sus hábitos de consumo y tratando de sobrellevar la difícil situación.