Aunque una vacuna contra el COVID-19 no se espera hasta el mes entrante, el gobernador Greg Abbott anunció el jueves que la terapia de anticuerpos como la que uso el presidente Trump ha llegado a nuestro estado.
La nueva terapia no es una vacuna, pero recibió autorización de uso de emergencia por parte de la FDA para tratar a pacientes con síntomas leves a moderados antes de que requieran hospitalización.
El tratamiento ira primero a personal de primera línea y aquellos con mayor necesidad.
Es similar a como se administran las bolsas de suero y tarda una hora en completar.
De acuerdo a la FDA, el tratamiento ha mejorado los síntomas de las personas que se han contagiado con el virus y ha demostrado que puede prevenir hospitalizaciones.