Todos los asilos de Texas deberán someter al 100 por ciento de sus residentes y empleados a pruebas de COVID-19 por órdenes del gobernador Greg Abbott.
La orden se emitió para rápidamente detectar y contener cualquier posible propagación entre poblaciones de alto riesgo de contagio.
El gobernador además le pidió a tres agencias estatales desarrollar e implementar un plan basado en las directrices del equipo especial de la Casa Blanca.