El asesino convicto John Henry Ramirez no será ejecutado mañana.
Ramirez fue declarado culpable de asesinato capital por matar a Pablo Castro durante un intento de robo en una tienda de servicio rápido en el 2004.
Castro era un empleado en dicha tienda.
Ayer un juez federal bloqueó la ejecución de Ramirez.
El juez señaló que el antiguo abogado de Ramirez lo dejó sin asesoría efectiva y no hubo suficiente tiempo para considerar su apelación antes de la ejecución.
Hoy, la oficina del fiscal general pidió a una corte de apelaciones anular el fallo, señalando que el abogado de Ramirez no lo abandonó.
Si la orden del juez es anulada, Ramirez sería el tercer recluso en ser ejecutado este año en Texas y el quinto a nivel nacional.