CORPUS CHRISTI, Tx — El Papa Francisco, el 266º pontífice de la Iglesia Católica, ha fallecido a la edad de 88 años, tras complicaciones derivadas de una neumonía en ambos pulmones.
La Ciudad del Vaticano anunció que Francisco murió a las 7:35 a.m. del lunes, un día después de Pascua.
"Francisco ha regresado a la casa del Padre. Su vida entera fue dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia", dijo el Cardenal Kevin Farrell, Camerlengo de la Cámara Apostólica. "Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, coraje y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo como un verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al amor misericordioso e infinito del Uno y Trino Dios".
El papa había sido recientemente dado de alta del hospital tras complicaciones por neumonía en ambos pulmones.
Francisco nació en Argentina en 1936 como Jorge Mario Bergoglio. Era hijo de inmigrantes italianos.
Como estudiante, trabajó como portero de discoteca y consideró una carrera en química antes de ingresar a una escuela jesuita en 1958.
Allí, ascendió en las filas, convirtiéndose en sacerdote, arzobispo de Buenos Aires y finalmente en cardenal en 2001.
En 2013, se convirtió en el primer papa latinoamericano y el primer papa jesuita.
Elegió su nombre papal en honor a San Francisco de Asís, el santo patrón de los pobres, un nombre que se esforzó por encarnar a lo largo de su papado.
Gran parte de sus enseñanzas se centraron en los empobrecidos. Denunció ciertos principios del capitalismo en escritos tempranos, comentando: "¿Cómo puede ser que no sea noticia cuando un anciano sin hogar muere de exposición, pero sí es noticia cuando la bolsa de valores pierde dos puntos?"
También enfatizó la responsabilidad sobre el medio ambiente, refiriéndose al planeta como nuestro "hogar común" y exigiendo a los fieles que asumieran la responsabilidad de cuidarlo.
Su mandato también se caracterizó por esfuerzos para abordar escándalos financieros dentro del Vaticano y la crisis global de abuso sexual por parte del clero y las encubrimientos.
En 2018 dio un pequeño paso hacia la reconciliación, pidiendo disculpas a las víctimas de abuso después de defender a un obispo chileno acusado de mirar hacia otro lado ante el abuso. Posteriormente, se disculpó ante numerosos indígenas en Canadá que sufrieron abusos en escuelas administradas por la Iglesia Católica.
También defenestró formalmente al Cardenal Theodore McCarrick, quien fue acusado de abusar de hombres y niños durante décadas.
Ayudó a establecer un manual que animaba a los miembros del clero a reportar denuncias de abuso sexual a las autoridades legales.
Francisco también abordó otras áreas de controversia, incluida la función de las mujeres en la iglesia, colocando a mujeres en roles más altos en el Vaticano.
Su liderazgo progresista también se sintió en la comunidad LGBTQ+. Hizo titulares en 2016 al decir que la iglesia "debería disculparse con la persona gay a quien ha ofendido" y alentó a los padres a acoger a sus hijos LGBTQ.
En 2023, el Vaticano declaró que personas transgénero podrían ser bautizadas bajo ciertas circunstancias. El Papa Francisco también aprobó las bendiciones de parejas del mismo sexo.
Sus posturas inclusivas y su enfoque en cuestiones de justicia social a menudo lo pusieron en conflicto con miembros más conservadores de la iglesia.
Francisco no dudó en involucrarse en conflictos políticos internacionales. Se situó en el centro de la guerra de Rusia con Ucrania, permitiendo que una mujer ucraniana y otra rusa participaran juntas en los servicios de Pascua y llamando repetidamente a poner fin a la violencia.
También se reunió con familias israelíes y palestinas afectadas por la guerra allí; orando por ambos lados y calificando el conflicto de 'terrorismo', un comentario que generó controversia en Israel.
Más adelante en su papado, fue hospitalizado con frecuencia y padeció dolor nervioso, problemas de movilidad y enfermedades respiratorias.
Francisco insinuó la posibilidad de renunciar en 2022, diciendo que la puerta estaba abierta a una renuncia, y que "no es extraño. No es una catástrofe. Se puede cambiar al papa".