El miércoles en su tercer día, el juicio de Brandon Portillo continuó en la corte del distrito 94, centrándose primordialmente en los signos y síntomas de intoxicación que presentaba el acusado el día del choque.
Portillo enfrenta cargos por conducir intoxicado y causar el accidente que le cobró la vida al oficial Alan McCollum e hirió a dos oficiales más el 31 de enero de 2020.
El miércoles por la mañana, volvió al estrado la teniente y especialista en casos de manejo en estado de ebriedad -- o DWI -- Samantha Baldwin con el departamento de policía de Corpus Christi.
Mientras observaban el video de la cámara corporal de Baldwin, la teniente habló sobre la prueba de sobriedad que se le realizó a Portillo después del choque y la importancia de tomar una muestra de sangre.
“Lo requerido por la ley estatal es cual es el nivel de intoxicación al momento de conducir”, dijo. “Entre más tiempo duremos para obtener muestras de sangre, la evidencia en la sangre puede subir o bajar. Por lo que esencialmente estamos perdiendo evidencia mientras más esperemos".
Dentro de los testigos del miércoles se encuentran una flebotomista que asistió en la toma de muestra de sangre de Portillo en el hospital, seguido por un oficial de policía quien dijo al jurado sobre lo que observó en la escena del crimen.
También testificó un bombero y paramédico encargado de atender a Portillo.
Este último dijo que notó que los reflejos y el habla del acusado eran lentos -- a lo que la defensa dijo que pudiera tratarse de los efectos del impacto vehicular.
Sin embargo, la fiscalía mostró evidencia de que portillo no se quejó de dolor y se reusó a recibir atención médica tras el choque.
El juicio continúa el jueves.
