Se le acaban las horas al asesino convicto John Henry Ramirez.
Ramírez está programado para ser ejecutado mañana.
Él fue condenado a muerte por el asesinato de Pablo Castro quien era empleado de una tienda de conveniencia.
Castro fue apuñalado hasta la muerte durante un robo la noche del 19 de julio de 2004. Ramírez escapó con un $1.25
El mes pasado, la corte de apelaciones penales de Texas negó una moción para suspender la ejecución programada para mañana.
Ayer mismo, la junta de indultos y libertad condicional de Texas se negó a darle a Ramírez un castigo menor.
