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A&M-Kingsville inventa método para rastrear contactos para combatir COVID-19

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La universidad Texas A&M-Kingsville es una de las escuelas del área cuyos estudiantes han regresado a clases presenciales.

Para que esto se pudiera realizar, encargados han implementado y creado un nuevo programa de rastreo de contacto.

“Nuestras intenciones es proveer un ambiente de aprendizaje seguro para nuestros estudiantes este año”, dijo el director ejecutivo de manejo de riesgos en la universidad Shane Creel.

Los estudiantes han regresado al plantel con cubrebocas puestas y separados en los salones, esperando contener la propagación del coronavirus.

“Es importante monitorear su salud, pero también es importante tener en mente la salud de las otras personas”, dijo la presidenta del cuerpo estudiantil Lidia Morales.

Aproximadamente el 30 por ciento de las clases en la universidad son presenciales, y para evitar una propagación, la escuela ha creado un programa para ayudar con el rastreo de contactos.

“Nosotros analizamos diferentes opciones y decidimos tomar esta idea de crear un código QR, un código único para cada espacio de aprendizaje.

Simplemente al escanear un código en la pared, cada estudiante que entre a clase quedará registrado en una base de datos.

Hay 250 códigos en total.

La universidad puede inmediatamente contactar a los estudiantes que puedan estar en riesgo y a sí tomar acción rápida si se da un caso positivo.

“Coloque en aislamiento a toda la clase, el maestro y cuando se haga eso, la clase por un periodo de por lo menos dos semanas se impartirá de forma virtual”, dijo Jaya Goswami, la vice presidenta de asuntos académicos.

“Aseguraremos el salón, cambiaremos las cerraduras para que nadie pueda entrar y luego desinfectaremos esa área”, dijo.

El método de rastreo de contacto es más fácil que la alternativa.

“Es un beneficio antes de tener este sistema lo estábamos haciendo de una manera antigua, de preguntarle al individuo que nos diga si tuvieron contacto con alguien contagiado, y que recordara todos los lugar donde estuvo presente”, dijo Creel.

Para las estudiantes, es diferente, pero harán lo que sea posible para estar seguros.

“Me permite a mí y a los estudiantes saber, OK no puede ir a casa este fin de semana”, dijo Morales. “No me puedo juntar con estas personas, necesito asegurarme de que estoy bien para el bienestar de los demás”.

Esta es una de las tantas maneras en que la universidad intentará ayudar a mitigar la propagación del COVID-19 durante el semestre de otoño.